Alain Apect realizó su tesis en Universidad de Paris-Saclay entre los años 1975 y 1983. En la misma universidad realicé la mía, entre 1976 y 1981. Alain, dos años mayor que este modesto redactor, tardó 8 años contra los 5 míos; pero con la suya él se hizo merecedor al premio Nobel de Física 2022.
El 16 de enero de 1986 publiqué en el diario «La República» estas atrevidas espaculaciones.
¿Integridad del universo?
Escribe Modesto Montoya
El centenario del nacimiento de Niels Bohr el físico que contribuyó decisivamente al nacimiento de Física modernaha sido motivo de profundas reflexiones científico-filosóficas. Uno de los temas más tratados ha sido el concepto de integridad del universo. Simplificando para mayor comprensión, podríamos decir que cuando un todo se divide en dos partes, las partes estarán relacionadas en el futuro, aun cuando la distancia entre éstas sea muy grande. Los experimentos realizados con métodos modernos parecen confirmar el principio de integridad dando lugar a conclusiones filosóficas remecedoras de la cultura occidental.
El físico francés Alain Aspect y sus colegas han realizado experimentos sobre parejas de rayos luminosos (fotones) emitidos al mismo tiempo a partir de un átomo. Ellos observaron una de las características fundamentales de los fotones emitidos en direcciones opuestas, comprobando que dichos fotones seguían instantáneamente interrelacionados a distancias muy grandes, a escala atómica.
A partir de los resultados experimentales, se puede concluir que los fotones emitidos al mismo tiempo y en direcciones contrarias, forman un todo, una integridad. Esto se opone totalmente a sus posiciones clásicas según las cuales las partículas separadas son independientes.
En realidad, entre las partículas existe un intercambio de información que las relaciona. Esto no fue excluido por la ciencia clásica. Sin embargo, dicha información no puede, como lo postuló Albert Einstein, viajar a velocidades mayores que la luz (300 000 km. por segundo). Así la dependencia instantánea de las partículas significaría que hay intercambio de información a velocidades mayores que la luz, y por lo tanto en contra del postulado de Einstein. En realidad, este aparente conflicto se resuelve postulando que las dos partículas forman un todo y se comportan como tal.
El problema filosófico empieza cuando se sabe que el Universo bien pudo haberse formado de una explosión. Significaría que todos los elementos del Universo, que formaban un todo y que se separaron por la explosión, son instantáneamente dependientes. Esta especie de cosmología del universo puede aplicarse con menos dificultad de comprensión a las cosas en la escala del Hombre. Todas las cosas serían dependientes las unas de las otras. Comprender la naturaleza de dicha dependencia y sus consecuencias es un trabajo que comienza.
Sin voluntad de salir del tema, hay que añadir que la cosmología que lleva el hombre andino en su mente ha sido el producto de la milenaria observación de la naturaleza. Desde los Andes, las antiguas civilizaciones desarrollaban su filosofía a partir de las observaciones de la naturaleza.
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