Con ciencia, sí hay futuro.
No planificó nada. Se dejó llevar por su gusto por la ciencia.
Juan Carlos Rojas nació en Chepén, terminó sus estudios secundarios en San Juan de Lurigancho, estudió en la UNI y hoy es investigador del CNRS de Francia, donde ganó medalla de bronce.
Modesto Montoya: ¿Cómo llegaste a Lima, dónde estudiaste tu primaria?
Juan Carlos Rojas: Para hacerlo corto: entre la primaria y secundaria he estudiado en 6 instituciones educativas diferentes. Empecé en Pacasmayo, un pueblo, en el litoral, en el norte, muy hermoso con su balneario. Después en Lima, finalmente terminé en Chepén la primaria. La secundaria la empecé en Lima, en el Alfonso Ugarte después estudié por Chosica y finalmente terminé en un colegio privado el último año “Santo Domingo de Guzmán” en San Juan de Lurigancho, por las Flores.
Modesto Montoya: Por eso no se te puede identificar tu acento, tienes una mezcla.
Juan Carlos Rojas: Pero eso más porque después viví en Argentina. Ya les voy a contar.
Modesto Montoya: ¿Ingresaste a la UNI en qué año?
Juan Carlos Rojas: Terminé secundaria en el año 1992 y, como todos sabemos, hay una brecha entre la educación primaria y secundaria que uno termina y luego para entrar a la Universidad. Así que tuve que prepararme con bastante esfuerzo, como todos. Postulé, di los tres exámenes, los dos primeros muy bien y el último muy nervioso, por el promedio que logré, ingresé en 1994 a una carrera en la UNI que tenía el código N1 y resultó ser Física. Mis padres contentos esa noche, pero no sabían qué era Física y yo tampoco. La vocación también es cuestión de oportunidades, y descubrí allí mi vocación, en la UNI. Física te enseñan en el colegio, pero no es lo mismo cuando ya estás en un laboratorio midiendo algo, la gravedad, el tiempo, etc. Aunque sea con una regla y un cronómetro puedes hacer muchas cosas, pero no se hacía en el colegio y allá en el laboratorio, digamos, abres los ojos a otro universo, a muchas cosas, y me despertó ese gusto por la física, por la ciencia.
Modesto Montoya: ¿Qué profesor te impresionó en la UNI?
Juan Carlos Rojas: Mi primer profesor en Física General fue Arturo Talledo y después a mitad de carrera quienes me impresionaron fueron Abel Gutarra por su dinamismo, su dedicación, pero yo creo que, como para muchos, ha sido el profesor Holger Valqui. Con él llevamos las clases de cuántica, métodos matemáticos. Después hay muchos profesores, el profesor Robinson, es estricto y algunos alumnos le tienen miedo, te hace querer u odiar a la física. Es su método, uno tiene también que adaptarse conforme vas avanzando en la vida, en el trabajo, en la carrera profesional vas a encontrar distintos temperamentos, caracteres. Así que va a haber de todo y todos de alguna manera te ayudan a formarte, a tener ese criterio que después tú tienes en tus experimentos, la rigurosidad si quieres desarrollar un modelo, una teoría, etc. Fue Holger Valqui.
Modesto Montoya: Entonces no fue que tú escogiste ciencia.
Juan Carlos Rojas: Honestamente no. Como todos los niños jugaba a las canicas, a los trompos, a muchos juegos, pero no tenía un papá científico o profesor que me vaya dando una explicación física o matemática., etc. Me divertía como todos los niños, pero sin saber de ciencia.
Modesto Montoya: ¿En la secundaria no promovían los clubes de ciencia?
Juan Carlos Rojas: No, no había. Digamos de hecho casi en toda mi educación nunca fui a la biblioteca. Había una en mi pueblo, pero me enteré años después cuando había abandonado mi pueblo, pero no fui a una biblioteca. Vivía lejos del centro de la ciudad con mis padres, casi al borde de la zona urbana, caminaba para ir al colegio, para ir a la biblioteca ya no. Éramos de recursos limitados para tener libros, etc. Eso sí recuerdo que me gustaba mucho leer y también me lo dicen mis padres, mis tíos. Yo encontraba un pedacito de periódico, un libro que alguien tenía, una novela, una obra, me olvidaba del resto, me absorbía la lectura, me gustaba bastante leer.
Modesto Montoya: ¿En la universidad, brillabas como primer alumno en tu sección?
Juan Carlos Rojas: Mira, no. Yo no me considero brillante, mucho esfuerzo sí. En el colegio fui un alumno quizás de promedio para arriba. En la secundaria en el Alfonso Ugarte me esforzaba mucho pero nunca estaba entre los primeros puestos. No sé, es también la situación económico social de las oportunidades, no tenía los medios para poder estudiar tranquilo, tener los libros apropiados, etc. Pero luego me fui al colegio en Chosica y allí teníamos un laboratorio y me gustó mucho biología. Pero para el V año ya volví a San Juan de Lurigancho y en ese colegio no teníamos laboratorio así que la física solo lo veían en el pizarrón, en matemáticas era relativamente bueno. Allí fui segundo puesto recuerdo en ese colegio. Luego en la universidad me esforzaba como todos, y tuve malas notas como muchos. El choque, pero fui superando todo eso con mucho esfuerzo viendo a mis compañeros cómo hacían, qué libros buscaban, y metiéndome a la biblioteca y a sacar libros, a estudiar en serio.
Modesto Montoya: ¿Quién era el mejor estudiante de tu promoción?
Juan Carlos Rojas: En mi promoción quizás el primero fue Ochoa, su nombre no recuerdo soy muy ingrato. Éramos entre él y yo. No era brillante, pero me esforzaba, viendo el promedio de las notas sí estaba entre los primeros, 5to superior, pero quien terminó primero fue Ochoa, yo fui el segundo que terminó de nuestro código y después muchos otros. No tengo toda la estadística para comparar porque uno sabe el año que ingresó, pero no todos terminamos en el mismo año.
Modesto Montoya: Tú te refieres a Ricardo Ochoa.
Juan Carlos Rojas: Sí. Se fue a Brasil. Estuvo haciendo Física Médica.
Modesto Montoya: Él fue mi alumno. Yo fundé la Maestría en Física Médica y él fue uno de los primeros alumnos, luego se fue a Venezuela y ahora está en Brasil, efectivamente. ¿Y luego cómo es que llegaste a Francia?
Juan Carlos Rojas: Yo terminé relativamente en tiempo promedio, en 6 años en la UNI, debería ser 5. Terminé en diciembre de 1999, yo ingresé en 1994. Terminé y tuve mi primer hijo también así que tuve que trabajar. Trabajé 3 años como jefe de práctica y descubrí ese mundo en que uno tiene que trabajar a la vez en una universidad pública y en privada, cachuelear por aquí, por allá, era una locura. Por suerte en el 2002 Armando Bernui con Susana Petrick organizaron con la Escuela Latinoamericana de Física un evento internacional en Chosica y nuevamente al ver las exposiciones de científicos, digamos científicos que los puedes ver, que son de carne y hueso y están delante tuyo, y te hablan del estado del arte y las cosas que ellos aportan también y te dicen que están en Argentina o que están en Estados Unidos y son de origen latino. Nuevamente me despertó la vocación y me dije yo he estudiado física y quiero hacer ciencia. Me inscribí a una maestría, pero primero en una escuela en invierno en Bariloche luego otra de verano en Bariloche, fue muy hermoso descubrir los laboratorios allá. Luego hice la maestría, el doctorado después. Hay varios peruanos siguiendo allá. Yo terminé en el 2011. Hacía mi tesis doctoral y, después de un año a año y medio muy complicado también para nosotros por situaciones extra académicas. En julio 2010 hubo un evento por los 50 años de la Facultad de Ciencias. Nahuel Monteblanco, que ya estaba en Grenoble, me dijo Carlos hay esto con una delegación de profesores franceses. Así que fui a escuchar las exposiciones, hablé con algunos de ellos y les dije que estaba buscando un posdoc, me lancé, estoy terminando mi doctorado en Bariloche en Argentina. Me dijo uno de ellos: envíame tu CV. A los meses me contactó un colega de él que me dijo he visto tu CV y no sé si te interesa hacer un post doc, o si ya no estás buscando. Por supuesto le dije que sí inmediatamente. Después de una entrevista y varios meses de espera, me seleccionó. Tuve un poco de suerte también porque es muy competitivo para escoger acá, son grupos muy fuertes que están a la vanguardia o estado del arte. Yo veía mi CV y mi producción científica era bastante pobre al lado de un grupo del primer mundo. Imagino que han balanceado toda mi experiencia, mis competencias experimentales, aunque hayan sido pocas las publicaciones que había tenido, la participación que había tenido y la entrevista, etc. Me escogió Laurent Vila, un investigador de Grenoble, y eso me cambió la vida a mi y a mi familia. En el 2011 viajamos a Grenoble, dos años vivimos allá, una pena que no nos conocíamos con Marcel, estábamos cerca.
Modesto Montoya: ¿Actualmente en dónde estás?
Juan Carlos Rojas: En Nancy, al sur de Metz entre París y Estrasburgo.
Modesto Montoya: ¿Dónde hiciste tu doctorado y el posdoc en qué institución?
Juan Carlos Rojas: El doctorado en Argentina, luego post doc en Grenoble, hice dos años en Grenoble en el CEA, SPINTEC.
Modesto Montoya: De allí ganaste un concurso en CNRS.
Juan Carlos Rojas: Llegué a Francia hace casi 10 años, exactamente el 11 de julio del 2011 (tengo que enviar un mail de agradecimiento a varias personas). En el 2011 llegamos con mi familia acá a Francia, hice dos años de posdoctorado en Grenoble, tuvimos muy buenos resultados, pero estaba tan absorto en mis experimentos que no busqué bien otro posdoctorado, había una buena oportunidad de continuar allí pero el último día de mi contrato, en 2013, alguien de la administración que toma la decisión final nos dijo que no, porque es la política del CEA no renovar contratos. Esto ya lo sabíamos pero estábamos viendo si había alguna excepción pero nos dijeron que no. Así que me quedé en el aire. Afortunadamente la comunidad científica- académica acá en Francia siempre me ha apoyado, en general nos apoyamos unos a otros, cuando he tenido oportunidad de apoyar a otro igual lo he hecho, y lo haré. Y como ya tenía colaboraciones con un grupo en Palaiseau, me propusieron otro post doc allá. Después de unos problemas administrativos con la subprefectura de Palaiseau que me dijeron que no me podían dar un contrato de trabajo porque no tenía trabajo. Literalmente así, tendría que regresar a mi país y hacer todo desde allá, etc. Finalmente me ayudó otra vez la misma persona que me ayudó la primera vez. Trabajé unas semanas en el Instituto Néel en Grenoble como post doc, y con ese contrato desbloquearon el contrato en la subprefectura de Palaiseau. Una vez que empecé a trabajar allá me fue muy bien. Igual en el Instituto Néel me fue muy bien, en los dos meses o las seis semanas que estuve allí sacamos dos publicaciones muy buenas. Luego en Palaiseau, igual la expectativa no sé si era grande, pero me fue bastante bien. Trabajé con todos los colegas allí con todo el grupo del Profesor Albert Fert con quien hemos colaborado bastante y seguimos colaborando. Entonces, ya casi al final de mi contrato, otra vez el dolor de cabeza, con dos hijos, con familia y sólo con trabajos temporarios. Y estaba esta oportunidad de postular al CNRS. Mi mujer fue una de las que me motivó. Así que averigüé, pregunté, todos coinciden en que es muy difícil y complicado, altamente competitivo, pero me decía ¿por qué no? así que lo intentamos. Hice todo lo más serio que pude, preparé el proyecto, contacté un laboratorio aquí en Nancy, hice mi proyecto, mi CV que había mejorado bastante con estas publicaciones, no tenía muchas publicaciones, pero quizás ya se veía la perspectiva, lo que valoraban, tuve buenas cartas de recomendación, etc. Y luego en la charla oral, también muy nervioso, todos esperábamos en el pasillo a ser llamados, ya teníamos un horario. Los otros candidatos que estaban antes que yo cuando salían todos decían que les fue bien. Yo era el tercero en ese mediodía y eso te pone más nervioso. Pensaba, si a todos les fue super bien se me complica más. Pero también me fue bien, tú lo sientes. Lo hice en inglés porque mi francés es bastante malo, pero mi inglés, aunque no es muy bueno tampoco, allí se compensaba. Después salió el resultado del concurso. Quedé primero pero no era la decisión final. Después me enteré de que todavía tenía que pasar por otras comisiones del CNRS así que estaban oscilando las expectativas. En julio se firmó la Resolución por el director del CNRS. Me avisaron, así que en ese momento dijimos con mi mujer “ahora sí”, entramos al CNRS. Yo postulé en el año 2014 y el primero de octubre de 2015 tomé el puesto aquí en Nancy.
Modesto Montoya: ¿Cómo es la vida en el CNRS?
Juan Carlos Rojas: Muy dinámica, también divertida. Yo digo que trabajo bastante. Me considero, a pesar de que en broma me gusta decir que soy vago, irresponsable etc., en el trabajo soy bastante serio. Pero eso no quita, por ejemplo, que cuando estuve en Grenoble con Laurent, Phillipe, muy simpáticos, muy alegres, uno podía salir a tomar, relajarse un momento, sobre todo en invierno. Ellos son adictos al esquí y de lo cual me beneficié. Con ellos no solo aprendí más de espintrónica, sino también de esquí, de montañas, íbamos a esquiar casi todo el invierno. Y en toda Francia, del vino, la comida, los quesos.
Modesto Montoya: Y el café.
Juan Carlos Rojas: Sí, tomamos bastante, varias veces al día, café. Yo no fumo, pero café sí, varias veces al día.
Modesto Montoya: Ahora bien, Juan Carlos a propósito tenemos que felicitarte por la medalla de bronce CNRS.
Juan Carlos Rojas: Sí, el año pasado, gracias. La verdad es que me ha ido bastante bien, super bien, casi excelente diría yo, no sé si perfecto, siempre hay más ambiciones. Hay tres tipos de medallas, en realidad varios tipos, les puedo mencionar la de oro del CNRS que es para los científicos top, muchos de ellos han ganado el Nobel luego. Después está la medalla de plata que son otorgadas a científicos reconocidos internacionalmente y la medalla de bronce que se otorga a jóvenes científicos que tienen una proyección de carrera muy buena. Me nominaron, como las publicaciones que tuve durante mi pos doc tuvieron bastante impacto, son altamente citadas, etc. y trabajé bien en Grenoble y también en Palaiseau y creo que sigo trabajando bien aquí en Nancy. Me recomendaron, propusieron y la segunda vez salió. Tampoco a la primera, todo cuesta. Pero la segunda vez salió el resultado positivo y obtuve la medalla, no me la esperaba, pero bienvenida.
Modesto Montoya: ¿Puedes mostrar la medalla?
Juan Carlos Rojas: Aún no me la dan. O sea, ya la tengo, pero la ceremonia de entrega de medalla- como está la COVID- iba a ser en setiembre u octubre del año pasado, pero otra vez hubo cuarentena. La nueva fecha ahora es el 14 de junio de este año y creo que lo van a pasar por Youtube. Así que en ese momento me la entregarán. Eso es simbólico, ya tengo la Resolución, lo que importa es el honor, después del 14 de junio si todo va bien tendré la medalla, allí la morderé como los futbolistas o tenistas.
Modesto Montoya: Por lo menos envíanos un pdf de la Resolución para publicarla.
Juan Carlos Rojas: Eso sí te lo puedo enviar luego.
Modesto Montoya: ¿Cuál es tu campo de investigación?
Juan Carlos Rojas: La física de la materia condensada o física del estado sólido. Nosotros trabajamos cristales o cuerpos sólidos digamos, no los fluidos sino los sólidos. Dentro de eso sobre todo materiales magnéticos como los imanes permanentes con los que de niños jugábamos para atraer o alejar, repeler o las brújulas. Ahora, yo hago películas delgadas combinando distintos materiales, una de esas capas es magnética, hago nanoestructuras. Y dentro de eso, al área se le llama espintrónica porque además buscamos propiedades de transporte eléctrico. Es decir, la resistividad eléctrica que cambia al pasar corriente, por ejemplo, según el estado de la capa magnética. Digamos, la brujulita si apunta al norte o al sur, ya sea dentro del plano o fuera del plano, la orientación de la nano brújula te va a cambiar la respuesta eléctrica. Hacemos todos esos estudios. Le llamamos espintrónica.
Modesto Montoya: Tiene muchas aplicaciones…
Juan Carlos Rojas: Si, de hecho, Albert Fert ganó el Nobel con Peter Grünberg de Alemania por el descubrimiento de la magneto-resistencia gigante. En ese caso la aplicación era para leer, para detectar. Permitió incrementar la capacidad de memoria en el disco duro, porque se cambió la tecnología del sensor para leer, los 1 y los 0 en la memoria, que lo hizo la IBM. Ellos lo descubrieron en 1988, en el año 1997 ya estaba en el mercado, y en el año 2007 Albert Fert y Peter Grünberg ganaron el premio Nobel. Pero eso fue como el inicio de la espintrónica. Después hay muchos más fenómenos, otra variación de resistencia de órdenes más grandes de resistencia eléctrica y ahora estamos trabajando en otros basados en el acople espín-órbita, que es lo que nos apasiona y estamos validando nuevos fenómenos, nuevas teorías.