La pandemia hizo lo que el terrorismo no pudo

El 16 de julio de 1992, nuestro domicilio miraflorino tembló violentamente ante la explosión de la calle Tarata. El terrorismo se hacía más amenazante.

Por la ciencia, enfrentándonos al miedo, el 12 de septiembre de 1992, en Miraflores, inauguramos el Semillero Científico Ceprecyt. Por increíble coincidencia, en los precisos momentos ocurría la captura de Abimael Guzmán.

En diciembre de 1993, en el Parque de Miraflores, realizamos la primera Fiesta de la Ciencia.

El Colegio de Ingenieros del Perú (Av. Arequipa) y la Universidad Ricardo Palma nos facilitaron su infraestructura para realizar cursos de ciencias para niños.

En febrero del 2020 la pandemia hizo lo que el terrorismo no pudo: fuimos los primeros en interrumpir nuestras actividades presenciales:

El 6 de marzo del 2020 se dio la primera detección del virus en un joven que venía de varios países de Europa.

El 11 de marzo un varón que venía de Europa se convirtió en la primera víctima mortal.

La pandemia es cosa seria. No nos mudamos de Miraflores, pero salimos de casa solo por cuestiones imprescindibles, ante la incomprensión de algunos amigos.

Un comentario

  1. Muy claro.
    En efecto la pandemia es un fenómeno mucho más profundo que el terrorismo, ha transformado el mundo, el Perú y las universidades paruanas de manera irreversible.

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