En su discurso del 28 de julio del 2018, el presidente del Perú dijo: “No podemos ser un país que tiene una gran riqueza bajo la tierra y pobreza en la superficie”. Las empresas mineras difundieron profusamente este mensaje.
En realidad, en estos tiempos en los que se vive la economía del conocimiento, la riqueza está a una altura de un poco que más que metro y medio.
Entonces, en lugar de solo escarbar la tierra, sería bueno dejar la cola de los países que invierten poco en educación y en las universidades.
Con instituciones científicas de peor calidad de las de los vecinos no saldremos de la pobreza que sufre la mayoría de los peruanos.
Con colegios técnicos en miseria extrema, menos.
Es urgente una política de desarrollo científico, diseñada desde el Consejo de Ministros.
Los peruanos que desean un futuro del país basado en el conomiento se están inscribiendo en el Partido de la Ciencia.