Durante la Caminata por la Ciencia 2017, que se realizó el 1 de mayo en la cuenca del río Moche, hemos tomado conciencia del grado de destrucción del «Niño Costero». Lo que nos queda es planificar un nuevo Perú, en el que el conocimiento de la naturaleza para procesar sus recursos, y enfrentar sus riesgos, sean la prioridad en los cursos de ciencia y tecnología.
La educación y la ciencia deben tener prioridad en un Estado moderno. Sin embargo, el Congreso de la República tiene otras prioridades. Dicta leyes para beneficiar aún más a grupos ocupacionales ajenos a la educación y la ciencia, y olvida a maestros y profesores universitarios, los que son verdaderos constructores de la Nación.