Me sentía orgulloso de ser su hijo

Me sentía orgulloso de ser su hijo.
Don Alvarito, como le decía la gente, en su juventud tenía lo que él llamó la Fábrica de Instrumentos de Cuerdas «La Ideal», en el barrio Mansiche de Salpo, a 3 600 msnm, desde donde se veía el mar.
Nos llevó a Chimbote a principios de los 50. Llegó a trabajar como carpintero ebanista en Sider Perú. No conoció la escuela, pero escribía y leía mejor que muchos que conocí.
Cuando regresé a Salpo (1958-1960) encontré que su taller de guitarras contaba con más libros que con herramientas. Entre esos libros estaba «El Quijote de la Mancha», que fue mi primera gran lectura.
El problema que tuve con Alvarito es que mientras más avanzaba en mis estudios escolares, seguía descubriendo que sabía menos que él.
Realmente, mi mejor recuerdo es que, cuando caminábamos juntos, tomados de la mano, me sentía orgulloso de ser su hijo.

Un comentario

  1. Gracias Dr. por compartir sus vivencias con don Alvarito, su padre Álvaro Montoya. Felicitaciones Dr.

    El sáb., 20 jun. 2020 a las 21:52, Semillero científico Ceprecyt, STEM

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