En cuarentena, investiguemos más que en tiempos normales, hay suficiente data en la nube que espera interpretación

No estamos a la altura de Newton, pero recordemos que durante la peste en Londres (1965 – 1666) Newton fue enviado en cuarenta. En ese período sentó las bases de su famosa hilosophiæ Naturalis Principia Mathematica. Ese periodo es denominado Anni mirabile (años maravillosos) para la física. La cuarentena fue una gran oportunidad.

Investigar sin salir de casa

La ciencia busca comprender cómo funcionan los componentes del universo. La observación nos da una primera idea, la que es interpretada por una teoría, y ésta es puesta a prueba por la experimentación.

Esquemáticamente, los investigadores son clasificados como experimentadores o como teóricos. Los primeros diseñan y realizan experimentos sobre elementos naturales o fabricados, cuyos resultados los representan con tablas y gráficos. Los teóricos interpretan esos resultados, estableciendo teorías que permiten predecir lo que pasaría se si cambiara las condiciones del experimento. Los experimentadores ponen a prueba las predicciones de las teorías, con instrumentos especialmente diseñados para ello. Si los resultados de un experimento no están de acuerdo con las predicciones de la teoría, ésta es desechada: ¡no vale!

Albert Einstein es considerado el más importante científico de la historia. Él fue teórico. Sus teorías de la relatividad restringida y de la relatividad general siguen siendo comprobadas un siglo después de que las planteó. La más espectacular verificación de su teoría de relatividad general fue la detección de ondas gravitacionales.

Ahora ¿qué pasa si no se puede hacer experimentos, como lo que ocurre en varios laboratorios el año 2020, por la pandemia del covid 19?

Una alternativa es hacer lo que hacen los teóricos: proponer modelos o teorías que reproduzcan los resultados experimentales que, sobre diversas disciplinas, se encuentran en publicaciones especializadas accesibles en internet.

Este año 2020 me estoy dedicando a establecer modelos para reproducir resultados de experimentos que diversos laboratorios del mundo han realizado sobre fisión nuclear. Recientemente, usando el método de simulación Monte Carlo, he mostrado que existe una sobrevaluación del número de neutrones emitidos por ciertos fragmentos de fisión nuclear medidos en varios equipos científicos. La revista Results in Physics acaba de aceptar uno de los resultados, el que será publicado en junio de este año 2020, aunque ya puede ser visto en internet.

Actualmente se ha generado una profusa información sobre los diversos aspectos relacionados con el covid 19. Entre la información más difundida está las curvas que representan la evolución diaria del número de contaminados en casi todos los países del mundo.

Para decidir medidas de prevención, epidemiólogos, sociólogos, economistas, matemáticos, estadísticos, informáticos, físicos, entre otros, se unen para usar modelos de simulación que permita predecir la evolución futura del número de infectados en función de las condiciones económicas, sociales, educacionales, infraestructura sanitaria de cada país, entre otros múltiples factores que influyen en la tasa de contagio.

Para que los resultados de la simulación sean cuantitativos, los datos de entrada también tienen que serlo. Y eso es lo más difícil, porque no se cuenta con datos fiables relacionados con los factores de los que depende la tasa de contaminación.

Se sabe que mientras haya un infectado habrá el riesgo que se inicie una nueva oleada. El fenómeno es similar a lo que ocurre con la conocida reacción nuclear en cadena. Mientras exista un neutrón viajando entre átomos de uranio 235, se puede iniciar una reacción en cadena, la que puede dar lugar a un reactor nuclear para generar energía eléctrica, o a una bomba atómica. Ello depende, entre otros factores, qué tan cerca están unos de otros los átomos de uranio 235.

En casi en todas las disciplinas se tiene base de datos en la internet. Estos han sido obtenidos por experimentadores o científicos de campo, y constituyen una oportunidad para los investigadores que no pueden ingresar a los laboratorios, o simplemente para científicos interesados en interpretar los datos que abundan en la internet.

En definitiva, el experimento o la toma de datos es solo un paso en la investigación. Lo que prevalece es la teoría o el modelo con la que se reproduce matemáticamente el experimento. Y lo extraordinario de las teorías adecuadas es que predicen lo que ocurrirá en otras condiciones.

Sin embargo, Albert solía decir: No hay suficientes experimentos para probar que una teoría es correcta, basta uno solo que muestre que está errada.

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