Los presupuestos de las universidades e instituciones de ciencia, tecnología e innovación tecnológica están congelados. Para obtener los exiguos recursos que les ha sido acordados, sus funcionarios tienen que vivir un sufrimiento kafkiano en las oficinas del Ministerio de Economía y Finanzas. Estos recursos llegan tarde, causando desesperanza entre los profesionales que dependen de ellos. Cansados y decepcionados, los talentos que confiaron en un cambio regresaron por donde vinieron.
Si las prioridades no cambian el Perú seguirá perdiendo sus talentos y la dependencia tecnológica seguirá aumentando y el Perú del 2021 será más dependiente que el del 1921.
Todos los problemas del Perú son consecuencia de la falta de una política seria en ciencia y tecnología, cuyos frutos se verán en el mediano plazo. Esa política empieza con la creación de un ministerio de ciencia y tecnología y la designación de funcionarios en el MEF que comprendan que estamos viviendo la economía del conocimiento.
Muy bien dicho doctor Modesto Montoya.
Me gustaMe gusta