Ha quedado demostrado que la ciencia y la tecnología son las mejores armas contra la corrupción. Por ello, tenemos que intensificar los esfuerzos por promoverlas.
Los materiales descubiertos en los laboratorios de física y química permiten contar con grabadores y vídeo-cámaras que luchan contra el crimen y la corrupción.
Infortunadamente, tenemos que pagar caro por importar los equipos anti-crimen y anti-corrupción, aumentando nuestra dependencia.
Con una adecuada política en ciencia y tecnología podemos participar en las cadenas tecnológicas que reduzcan esa dependencia. Para ello, tenemos que incorporarnos a los equipos de investigación.
No faltemos al www.encuentrocientificointernacional.org que será entre el 30 de julio y 1 de agosto.