Con el avance de la tecnología de secuenciamiento del ADN, el estudio de la evolución humana está soprendiendo a medio mundo, especialmente a los racistas.
Los resultados de investigaciones de científicos de la University College de Londres y del Natural History Museum sugieren que el primer británico moderno tenía piel de oscura a negra, el cabello rizado y los ojos azules.
No es soprendente, dado que el hombre salió del África y su aspecto externo fue cambiando para sobrevivir en el ambiente donde llegaba. Ver vídeo explicativo.