Es lo que buscan científicos estudiando las formas de vida de Acciaroli, un pueblo de Italia con una proporción elevada de centenarios. La conclusión parece ser vivir como el hombre primitivo: pescado, conejos, pollos, verduras, aceite de oliva, ejercicio y sexo. Entre los longevos estudiados ninguno sufría de Alzheimer. Ellos consumen sus propios productos.
El hombre es producto de 3 500 millones de evolución adaptada a la naturaleza. Y el hombre actual no se diferncia de los primitivos, acostumbrados a los productos naturales, el ejercicio y el sexo. Los productos de la tecnología no necesariamente ayudan a vivir mejor.
Todo ello asociado a un sistema de salud pùblica en el que se priorice la prevenciòn de la enfermedad, y la promociòn de la salud. Con los avances cientìficos y tecnològicos para la detecciòn temprana de enfermedades letales como el càncer y otros como las cardiopatias, todos tendremos la oportunidad de vivir màs tiempo y tal vez llegar a la longevidad.
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