Así como ocurrió en Chernóbil, luego del accidente nuclear de Fukushima, la evacuación de la población humana de la región contaminada ha permitido que los animales silvestres recuperen su población.
La población de puercos salvajes en Fukushima ha pasado de 3,000 en 2014 a 13,000 en 2016. Algo similar ha sucedido con otros animales silvestres.
Estos animales se alimentan de vegetación contaminada con radiactividad. El riesgo está en la excursión de estos animales en zonas cultivadas no contaminadas.
La contaminación radiactiva conlleva riesgos para la vida, pero vemos que la llegada del hombre a una región natural no se queda atrás.
Admirable a nuestro compatriota Científico Modesto Montoya, por todos los aportes expuestos, muchas gracias.
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