Como si fuera hoy: a dos años de fujimorismo.

Ciencia y Política: Cómo salir del caos
Escribe Modesto Montoya
Diario «La República», 12 de mayo de 1992

Sobre ciencia y política fue publicada la nota titulada “Caos estimulado” (LR 02 / 10/ 91)
donde se observaba que en el país se había establecido el caos, fenómeno de moda en las
ciencias físicas. Me parece oportuno recordar algunos de los párrafos de la mencionada
nota.

“Describir las características de ese caos sería ocioso: todos las conocen o la ven en TV”.
Esto ha sido demostrado con claridad en las últimas semanas, sobre todo por los jueces
que han brindado espectáculos televisivos patéticos, especialmente en “Fuego Cruzado”,
programa ilustrativo de la realidad nacional.

“Al final tendremos un Estado enano y raquítico, empresas en recesión, millones de
gentes en la calle, falta de medicinas, falta de educación para la mayoría, fronteras
abiertas. ¿Qué saldrá de ello? Hoy se sabe que el 25% de los escolares han abandonado
las aulas. Debió añadirse la inseguridad que provoca la violencia callejera de la que hacen
uso impunemente los delincuentes comunes contra los cuales el Estado se declara
impotente.

Hemos echado por la borda todos los valores imaginables de una sociedad civilizada,
siendo la vida el último valor perdido (LR 05/02/92).
“Un Estado de caos tiene salidas impredecibles, las que parecen constituir una infinidad
de posibilidades tomadas por los actores u objetos del fenómeno. Se trata, a fin de cuentas,
de buscar ese orden escondido que se encuentra en el caos”. También hacía recordar que
en el caos se valorizan el dicho “a río revuelto cosecha de pescadores” y la frase
“aprovechar el pánico”.

¿Qué se puede esperar de un sistema caótico donde los valores han sido volatilizados?
Creo que cada uno de nosotros debe tomar su responsabilidad y debe hacerlo en forma
individual o en el marco de sus organizaciones.

Los profesionales universitarios que han tenido el privilegio de penetrar en el universo
del conocimiento de la ciencia y la ingeniería, deben crear empleo con igual o mayor
esfuerzo que los “informales”, los que sin mucho libro o laboratorio están reconstruyendo
el país sobre los escombros que dejan los cinco siglos.

Hagamos recordar tercamente que sin ciencia y tecnología no hay futuro. Terminemos
con la desmedida atracción por la abogacía ¿amor a la justicia?, usureros, famosos
literatos que nos ayudan desde lejos, etc. El siglo XXI corresponde a la ciencia y a la
tecnología.

Paralelamente a la reconstrucción física de nuestro país, debemos practicar democracia.
No me refiero a esa mínima expresión de democracia que significa entrar a la cámara
secreta cada cinco años; sino a la participación permanente en las decisiones de toda
organización sindical, política, profesional, comunal, etc.

Sobre esos dos puntos podemos construir un nuevo país, en el que poco a poco
reaparezcan los valores que hemos perdido. Si queremos comenzar hoy, tenemos que
hacerlo con una nueva constitución elaborada científicamente. Esto quiere decir que
tomemos en cuenta nuestras características culturales, nuestro temperamento social y la
experiencia histórica de la humanidad, tan rica en estos últimos tiempos. Seamos
optimistas y lleguemos a un acuerdo nacional mínimo para evitar enterrarnos en el caos
abismal, ese caos irreversible que lleva al auto-aniquilamiento.

Un comentario

  1. Es muy interesante La ciencia y tecnología nos ayudaría a resolver casi todos los problemas mi apoyo total a uds que se preocupan por el cambio de este mundo o país debemos seguir insistiendo a nuestras autoridades para Aser realidad este ministerio

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