Karin Chumbimuni-Torres. Nació en una chacra de Huarochirí, hoy es profesora en la University of Central Florida, E.E.U.U.

Karin Chumbimuni-Torres nació en extrema pobreza, en una chacra de la sierra de Huarochirí, vivió en El Agustino, en un lugar de extrema pobreza. Hoy es profesora de la Universidad deCentral Florida, en Estados Unidos.

Modesto Montoya: ¿Cómo lo hiciste? Gracias Karin por aceptar esta entrevista.

Karin Chumbimuni-Torres:  Gracias a usted por darme esta oportunidad de contar un poco esta experiencia de mi vida, y mi caminar por la ciencia más que todo.

Modesto Montoya:  Me dijiste que vivías en El Agustino de niña y me cuentas que ayudabas a tu mamá, vendiendo un poco como ambulante…

Karin Chumbimuni-Torres:  Sí, mis padres migraron a la capital cuando yo tenía 4 años. Ellos eran muy jóvenes, tenían entre 23 y 24 años.  Mi papá estudiaba mecánica en Politécnico José Pardo y mi mamá trabajaba en todo lo que podía. Vendía todo lo que era posible. Recuerdo que, de muy niña, a la edad de 4 años, yo iba de la mano de ella, pues ella vendía caminando. Así fueron los inicios.

Modesto Montoya:  Entiendo que unos misioneros alemanes te acercaron hacia el conocimiento, hacia el amor por la ciencia. Cuéntanos esa parte.

Karin Chumbimuni-Torres:  Sí, erancristianos alemanes, quienes fundaron la escuela “Johannes Gutenberg” en El Agustino. Empezaron a tocar puerta por puerta para ver qué niños querían estudiar en este colegio. Tuve la oportunidad que mis padres se abrieron a ellos y me matricularon en ese colegio que me brindó una educación muy buena.  Nos motivaron muchísimo en el estudio. Hice la primaria y secundaria, hacían muchas cosas de ciencias, recuerdo las expo-ciencia. Nos motivaban a una competencia, pues premiaban los mejores proyectos. Hacíamos experimentos, pues ellos tenían los recursos.  Al ingresar a este colegio, cada uno tenía un padrino en Alemania que pagaba nuestra educación. Hacíamos experimentos y nos desafiaban a proyectos únicos.  Yo tenía el apoyo de mi señor padre. A mí se me entraban unas ideas, por ejemplo quería hacer el planetario solar, pero quería que tenga el movimiento de rotación y el movimiento de traslación y que todo funcione sin tocarlo. Entonces desafiaba a mi señor padre y él me ayudaba en eso, pues él tenía los conocimientos de mecánica. Y así fue como empecé a tomarle el gusto de la ciencia. Me fascinaba cuando veía el resultado de estos proyectos.

Modesto Montoya:  Tú postulaste a la UNI y en la primera oportunidad te falló las matemáticas. ¿Te frustró esto?

Karin Chumbimune:  En realidad, yo terminé la secundaria becada en los primeros puestos, y por influencia de la familia quise estudiar medicina, entonces postulé a San Marcos y no ingresé. Pensé que mi deficiencia estaba en matemáticas. Entonces fui a la academia pre universitaria para prepararme más en matemáticas. Solo estudiaba matemáticas. Como resultado de eso escuché sobre la Universidad Nacional de Ingeniería y postulé. Yo sabía que el ingreso era muy difícil, pero postulé para probar mis conocimientos de lo que me había preparado en la Academia.

Mi sorpresa fue que ingresé a la carrera de química. Estaba en esa indecisión de si seguir postulando a medicina o si continuaba en química. Hasta que, gracias a Dios conocí al profesor ingeniero La Rosa, quien me mostró que con la química se puede ayudar a la comunidad, resolviendo problemas, en particular de la industria.  Él me llevaba a las empresas y me decía “Karin, esto es lo que se necesita, esto hay que hacer, y hay que investigar para poder ayudarlos”. Pienso que él sembró las primeras semillitas de la investigación en mi persona.  Pues eso me inquietaba muchísimo, sobre todo el descubrir cosas nuevas.

Modesto Montoya:  Cuando terminaste tus estudios en la UNI, cómo partiste a los Estados Unidos.

Karin Chumbimuni-Torres:  Al terminar la universidad, como todo joven, el próximo paso era trabajar en la empresa. En mi época, en el Perú era así. Trabajé en la empresa privada, pero a los pocos meses no me quedaba conforme, yo quería investigar, descubrir cosas nuevas. Eso me llevó a postular a la Fuerza Aérea. Así que trabajé en el Laboratorio de la FAP, en Chorrillos, con el anhelo de aprender cosas nuevas.  Trabajé, aprendí cosas nuevas, pero llegó el momento en que la investigación estaba un poco limitada y yo seguía con la inquietud de seguir aprendiendo. Allí tuve conocimiento que había maestrías en el Brasil, en Sao Paulo. Tenía una amiga que estaba haciendo su maestría en Brasil así que le pregunté. ¿Cómo puedo hacer? Me dijo tienes que viajar a Brasil, dar el examen de admisión, ingresar y quedar entre los 5 primeros puestos para que obtengas una beca.  Esa era mi única opción, tenía que conseguir la beca porque, si no, me regresaba a Lima.  Estudié mucho, viajé a Brasil gracias a mis padres que pagaron mi pasaje. Tú viajabas y estabas dos o 3 días allá para dar el examen solamente. Ingresé, obtuve la beca, y así fue como hice la maestría en Brasil. Estudié en la UNICAMP en Sao Paulo, con la beca ofrecida por la Universidad.

Modesto Montoya:  Muy buena universidad.  Conocí esa universidad, había jóvenes talentosos haciendo experimentos de todo tipo, usando los laser para construir aceleradores, una cosa increíble.  En esa época estabas allá entonces.

Karin Chumbimuni-Torres:  Sí. Me encantó la maestría, me encantó hacer la investigación, me dije esto es para mí.  Decidí postular a una beca de doctorado, FAPESP, conseguí la beca y ahí conocí al Profesor Lauro Kubota, que fue otro de mis mentores.  Yo siempre inquieta, hacía doctorado en química analítica, siempre quería aprender, me estaba informando, iba a la biblioteca a buscar los “journals”, los artículos. Como hacia mi doctorado en química analítica, buscaba los artículos del Analytical Chemistry Journal, pues era el de mayor factor de impacto.  Entonces tuve una experiencia que yo nunca olvido, un día en que estaba leyendo el “journal” encontré una foto de sensores químicos que tenía una ligazón artística. Me encantó la foto y dije yo tengo que hacer esto. Leí que el autor correspondiente era un profesor en Estados Unidos.  Fui con la revista a mi profesor de doctorado (el Profesor Kubota) y le dije yo quisiera trabajar en esto, sabía que la beca de FAPESP que había ganado me pagaba una estancia en cualquier país fuera de Brasil.  Ok, me dijo, entonces tienes que dar el TOEFL.  Como yo estudié en un colegio alemán, no había estudiado inglés, así que tenía tres meses para estudiar el inglés y pasar el examen del TOEFL Luego teníamos que escribir una propuesta y tenía que tener la aceptación del profesor para el cual yo quería trabajar y era el autor correspondiente de este artículo.  Mi profesor le escribió, el profesor en USA aceptó. Indicó “está bien que venga a trabajar por tres meses en mi laboratorio, pagado por el gobierno brasileño”. Trabajé para él, le encantó mi trabajo y él me extendió la estadía por tres meses más. Me quedé 6 meses trabajando en la Universidad de Auburn, Alabama. 

Y fue allí que tuve una experiencia que también fue muy importante para mí, él me llevó a mi primer Congreso Internacional que coincidentemente fue en Orlando. Cuando llegué a Orlando, vi a todas las estrellas científicas del área que yo investigaba, e incluso pude estrecharles la mano; eso fue para mi muy motivador. Me dije, estas personas vienen aquí y yo las puedo ver, para mi eran estrellas de la ciencia.  Esto me marcó bastante y seguí haciendo mi trabajo con mucha motivación. El profesor Erick Baker me dijo “Karin, regresa a Brasil, termina tu doctorado y te invito a hacer un posdoctorado conmigo”.  Regresé a Brasil, terminé mi doctorado, hice mi tesis y me fui a trabajar a la Universidad de Purdue, Indiana, donde hice mi primer posdoctorado.  Luego hice un segundo postdoctorado en la Universidad de California, San Diego y luego postulé a una vacante académica en las universidades aquí en Estados Unidos.

Modesto Montoya: ¿Cómo fue tu ingreso a la Universidad en Central Florida?.

Karin Chumbimuni-Torres:  Para ser profesora en los Estados Unidos tenemos que pasar una selección que dura 6 meses y la selección lleva por mandar un paquete que involucra tu propuesta de investigación para los próximos 5 o 10 años; qué es lo que vas a hacer; tus publicaciones que de hecho tienen que ser considerables y en buenas revistas. Yo había hecho una carrera académica muy buena; y también tus cartas de recomendación de profesores que te avalaban. Con todo eso postulas.

Ahora yo soy parte de los comités para contratar profesores. Nosotros recibimos más o menos 100 postulantes de todas partes del mundo. Ahora sé cómo fue el proceso.  De estos postulantes escogemos a los 5 mejores, los cuales son invitados a la universidad. Es interesante, porque una vez que te invitan después de toda esta selección en papel digamos, te entrevistan por dos días. Y ellos quieren conocerte porque la posición académica en la universidad es de por vida, te contratan en Estados Unidos como profesor “tenure track”.  Este “tenure track” significa que te dan 5 años como un periodo de prueba. En ese tiempo tienes que demostrar que puedes traer dinero federal para financiar tus proyectos de investigación. Al cabo de 5 años, consigues el “tenure” que es equivalente a lo que sería el nombramiento.  ¿Por qué ellos te entrevistan por dos días? Porque una vez que consigues el “tenure”, nadie te puede sacar de tu trabajo.  Así ellos debe tener certeza no solamente acerca de qué tipo de investigador eres, sino qué tipo de persona ellos van a traer a su círculo. Tuve la entrevista con todas las autoridades, desde el rector de investigación, y todos los “faculties”, porque todos tienen que tener la visión de que esta persona sí pasa el “tenure”, el periodo de prueba, se va a quedar a convivir con nosotros hasta el día que decida irse, pero no lo podemos sacar, así que tienen que estar seguros en todo aspecto. Así es el proceso para tornarse profesor en los Estados Unidos.

Modesto Montoya:  Me contaba un profesor que te pueden sacar si te ven tomando un café con un alumno. ¿Es cierto esto?

Karin Chumbimuni-Torres:  Sí. Esta cuestión es muy delicada en los Estados Unidos, el respeto entre las personas es muy importante. Hay leyes que tú no puedes trasgredir, tales como tener una relación muy amigable con los estudiantes. Son leyes estipuladas, yo me refiero a las cuestiones más estándares.  Si tú haces un buen performance no debería haber ningún problema, una vez que consigas el tenure.

Modesto Montoya:  O sea, tú estás asegurada de por vida en Estados Unidos, Karin. ¿Casada o soltera? 

Karin Chumbimuni-Torres:  Yo estoy digamos asegurada porque hace dos años conseguí el “tenure” y pasé al nivel de “associate professor”. Soy casada, conocí a mi esposo mientras hacía el doctorado en el Brasil. Él es químico de San Marcos. Tengo dos niñas, una de 11 años que nació en San Diego, California, mientras hacía mi post doctorado y una segunda niña que tiene 5 años que nació en Orlando durante el “tenure”.

Modesto Montoya:  O sea tienes un éxito familiar, un éxito profesional. ¿Qué recuerdos tienes de Huarochirí, esa chacrita donde tú naciste?

Karin Chumbimuni-Torres:  Mas que recuerdos, yo siempre estoy ligada a Perú, viajo a Huarochirí, mis recuerdos son de los mejores, de gente muy amorosa tuve bastante suerte. Tengo buenos recuerdos, yo pienso más que de dedicación al trabajo, dedicación a lo que uno quiere conseguir en la vida. De hecho, ahora estamos haciendo zoom con los familiares y compartiendo bastante con ellos.

Modesto Montoya:  Ahora tú también estás haciendo esfuerzos para que muchachos jóvenes en cierta manera sigan tu ejemplo.  ¿Qué recomendación les darías a los jóvenes de la UNI actual?

Karin Chumbimuni-Torres:  Para mí la ciencia me abrió las puertas. Yo digo siempre cuando empiezo mis exposiciones que la ciencia me abrió las puertas al mundo. He viajado por todas partes del mundo. Esta es una oportunidad, sobre todo para personas de bajo nivel económico donde no hay barreras en ese sentido. El conocimiento te abre las puertas, yo les aconsejaría a todos los chicos que tienen inclinación por la ciencia que se tracen los objetivos mas altos y persistan, porque van a conseguir sus resultados, se van a sorprender de lo que consiguen. Tenemos un proyecto que fue financiado por el gobierno americano hace dos años, donde yo preocupada por traer  chicos de bajos recursos económicos, porque obviamente involucra un gasto económico venir y darles una estancia, me di con la sorpresa que el  gobierno americano podía pagar becas, nos  financió un proyecto para traer cuatro jóvenes de la facultad de ciencias de la UNI, hicieron una estancia  en la Universidad de Central Florida y trabajaron y pudieron ver de primera mano qué significa hacer un doctorado aquí, trabajaron en nuestros laboratorios,  conversaron con los profesores que podrían ser sus orientadores para el doctorado. Entonces, lo que me gustaría decirles a los jóvenes peruanos inquietos es que se esfuercen, la recompensa viene luego, si hay esfuerzo y si hay perseverancia, te vas a sorprender con lo que el destino te depara, no hay límites.

Modesto Montoya:  No hay límites si tú estudias bien, si tienes amor por la investigación. Y tú obtienes recursos para investigar ¿nos puedes dar una idea de cuánto al año obtienes para tus investigaciones?

Karin Chumbimuni-Torres:  Para que un laboratorio se mantenga, debemos tener un mínimo de 100,000 dólares, prácticamente yo he traído un millón de dólares a mi laboratorio porque tenemos que pagar postdocs. Para mantener un laboratorio como el que yo dirijo con unos 100,000 a 200,000 dólares por año es necesario.  Nosotros presentamos propuestas a la National Science Foundation, a la National  Institute of Health, que nos aprueban propuestas por tres años con 300,000 dólares, generalmente son 100,000 dólares por año, eso no quita que podamos tener múltiples “grants” propuestas financiadas. Pero lo mínimo con lo que podemos subsistir es con 100,000 dólares por año.

Modesto Montoya:  Cuando yo estuve en Estados Unidos, regresé al Perú porque nombraron al doctor Víctor La Torre, profesor mío, Presidente del IPEN, yo estaba en ese momento en el Carnegie Mellon Institute, y me decidí a regresar, nunca pensé en quedarme afuera. Me encargó el Dr. La Torre de averiguar con los colegas si alguno quería venir y nadie aceptaba, para qué te regresas me decían. ¿Sigue ese sentimiento entre los colegas peruanos?

Karin Chumbimuni-Torres:  Aquí en la Universidad de Central Florida no he visto profesores peruanos. De hecho, en mi departamento soy la única peruana. Talvez en toda la universidad. Pero sí he encontrado en mi caminar en los Estados Unidos varios peruanos, ya que he trabajado en diferentes universidades. Sí existe una motivación por regresar al país. Yo pienso que existiendo las condiciones de financiamiento y preocupación del gobierno por fomentar la ciencia, varias personas regresarían. En mi caso tuve oportunidades aquí y allá, pero éstas eran más prometedoras. De hecho, yo viajo dos veces al año a Lima, trato de colaborar con investigadores de la Universidad Nacional de Ingeniería, Cayetano Heredia, la Católica. Trato de mantenerme en contacto con todos ellos. Pienso que en la posición en la que me encuentro, puedo ser una puerta, una ayuda. Pero sí he visto interés. Incluso cuando estuve en Brasil, varios de mis amigos regresaron como profesores en la UNI. 

Modesto Montoya:  He visto que tú estás investigando cosas de biología, de nanomateriales, bien complejo, pero básicamente tienen que ver con fenómeno de la vida.

Karin Chumbimuni-Torres:  Si, nosotros desenvolvemos sensores electroquímicos, ópticos para compuestos biológicos para ADN, para virus, para bacterias, ahora sobre todo es una preocupación con la problemática del Covid. Así que allí, nosotros nos desarrollamos y siempre estamos aprendiendo.  Yo soy química, electroquímica, un poco de bioquímica ahora también, como le digo el aprendizaje no tiene límites y cada día, hasta el último día de nuestra vida vamos a seguir aprendiendo y esto es lo que nos fortalece y nos diferencia como seres pensantes.

Modesto Montoya:  Un mensaje para tus ex colegas de la UNI.

Karin Chumbimuni-Torres:  Saludarlos, yo siempre estoy en contacto con ellos y a los chicos que se inquieten, que pueden hacer un “stage” en Estados Unidos, un doctorado.  Y sobre todo quisiera dar un mensaje a las alumnas.  Yo converso con mis alumnas acá y ellas dicen que no quieren seguir estudiando porque se preocupan por el aspecto familiar. Es posible seguir una carrera profesional con bastante éxito con un poco de organización y más que todo, decisión. Lo puedan ejecutar sin ningún problema, yo siempre en comunicación con ellas y pues hay que seguir haciendo ciencia porque la ciencia es lo que nos va a llevar a destacarnos como país.

6 comentarios

  1. Felicitaciones para la Dra. Karin Chumbimuni Torres, orgullo peruano, digno de imitar. Nada es imposible, nuestros sueños pueden ser reales. Soy Ing. Agronomo y conozco Huarochiri y sus pueblos tan lindos donde falta mucha motivación para surgir y tener profesionales como usted. Cuando viene a Perú quisiera contactarme con usted.
    Muchas gracias.

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  2. Felicidades Karin. Te conozco desde alumna, y ahora te veo conquistando a USA con lo que amas. Gracias porqué nos motivas día a día.
    Saludos amiga.🥰

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  3. Felicitaciones Dra. Karin, eres ejemplo de perseverancia, y superación siendo de condición humilde aprovechaste las oportunidades que se presentaron y pudiste llegar muy lejos, felicitaciones a tus orgullosos padres por ser luchadores y no rendirse.

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