Veinte millones de jóvenes latinos ni estudian ni trabajan. La pobreza y la desigualdad es alimento de la delincuencia. Así se resume del informe del Banco Mundial
Cuarenta años de un virtual abandono estatal de la educación, la ciencia y la tecnología, tenemos millones jóvenes sin conocimiento para obtener un empleo que le permita sobrevivir decorosamente.
El problema no se va a resolver con más de lo mismo. La receta es conocida, aplicada en los países que han pasado de la indigencia a la prosperidad: educación, ciencia y tecnología.
Los impactos se verán en unos 15 a 20 años, con la actual generación de niños que empiezan a formarse para el futuro.
Si no tomamos la decisión ahora, y seguimos en confrontaciones, la situación empeorará.
Un comentario